Últimamente estoy recibiendo bodas de parejas de médicos recién casados y he de decir que me hace una especial ilusión poder publicarlas y contar su historia porque ellos han sido nuestros héroes estos años de pandemia y, por supuesto, seguirán siéndolo siempre. Así que para mí es como rendirles un pequeño homenaje desde el blog, nada me hace más feliz que el triunfo del amor por encima de cualquier vicisitud y ellos superaron todas con creces.

La historia de Gema y Pablo corrobora la teoría de la fuerza del destino y es que los dos estudiaron medicina en sus respectivas ciudades y ambos decidieron que querían irse a trabajar a Madrid. Un conocido les puso en contacto por whatsapp y un buen día quedaron en la capital para hacer una ruta de hospitales. Los dos eligieron el Hospital Gregorio Marañón. Lo que nunca hubieran podido imaginar, es que esa ruta acabaría en boda. En el hospital vivieron muchas cosas juntos, entre ellas la pandemia, que les hizo anular un viaje que tenían planeado. Para compensar, Pablo organizó otro viaje en el mes de enero con destino Roma, donde tenía una sorpresa muy especial preparada para Gema. Alquiló una Vespa roja antigua sobre la que recorrieron la ciudad hasta llegar a la cúpula del Vaticano, momento en el que, con Roma a sus pies, le pidió matrimonio. Por supuesto que la respuesta fue un sí rotundo y a partir de ahí empezó una nueva aventura, la de la organización de la boda.

La ciudad elegida fue Málaga, donde nació Gema, y el evento religioso se celebró en el Santuario de la Victoria, un lugar muy especial para la novia porque aparte de ser la patrona de la ciudad, tanto su abuela como su hermana llevan ese nombre. Fue su particular homenaje a su abuela fallecida.

El banquete y posterior fiesta se celebraron en la Hacienda Nadales, un maravilloso palacio rodeado de un increíble jardín paisajista en un entorno al aire libre, con espacios de recreo y mobiliario romántico como pérgolas, albercas, estanques o cenadores que consiguieron crear un ambiente muy chic y afrancesado.

El vestido de Gema, un diseño de María Baraza, fue amor a primera vista. Quería un vestido sencillo y elegante y María fue dándole forma poco a poco, según los gustos y el estilo de Gema. En él destaca especialmente el encaje de la espalda, en color hueso, tan bonito que finalmente decidieron incorporarlo también al final de la manga. Se decidió por un diseño convertible, de modo que en la ceremonia llevaba el velo y una capa que tapaba toda la espalda, para la cena se quitó el velo y para la fiesta hizo lo mismo con la capa. Como zapatos eligió unas sandalias aterciopeladas a juego con las tonalidades del ramo, que lucía un detalle precioso, regalo de una de sus mejores amigas, una virgen de su colegio que todas las amigas llevaron en sus ramos el día de sus respectivas bodas.

Fue sin duda, una boda inolvidable en la que disfrutaron mucho de su familia y amigos, pero también de ellos mismos y donde no faltaron los regalos, las sorpresas, una cena bajo luces de verbena, el baile y la música hasta el amanecer.

Vestido: Maria Baraza @mariabaraza / Zapatos: Ana Polo Shoes @anapoloshoes / Bata: Seren Collection @serencollection.es / Fotografía & Vídeo: La Libélula Films @lalibelulafilms / Maquillaje: Yolanda @yolandamakeupartist / Celebración: Hacienda Nadales @hacienda_nadales_esca_catering / Iglesia: Santuario de la Victoria, Málaga