Cata y Queno: reencuentro
¿No habéis pensado alguna vez que hay parejas predestinadas a estar juntas? Parejas que se conocen desde hace tiempo y que con el paso de los años un día se dan cuenta de que están hechos el uno para el otro. Y hay parejas que sin conocerlas te enamoran y eso es lo que me sucedió a mí cuando recibí las fotos de la boda de Cata y Queno. Un buen día abrí mi correo y me encontré con el reportaje de Ana Golpe, yo no la conocía pero me contaba que era fotógrafa aficionada y que había realizado una sesión de boda para unos amigos inspirándose en el tipo de fotografías que solemos publicar los viernes en el blog. Me picó la curiosidad y cuando vi las fotos me encantaron. Decidí publicarlas y le pedí más información sobre la boda a Ana y a medida que iba leyendo cada vez me gustaba más esa pareja que irradiaba tanto amor en sus miradas. Los dos se conocían desde hacía más de 20 años pero cada uno tenía su vida, de hecho para los dos esta es su segunda boda y por lo que reflejan las fotografías yo diría que la definitiva. Cata estuvo muchos años viviendo fuera de España pero la ‘morriña’ por su tierra hizo que regresara y que un buen día se reencontrasen, tomaron un café y ya no volvieron a separarse. Los dos son personas muy pasionales y románticas, Queno compone canciones y canta fenomenal y en la boda le dedicó a Cata una canción especial escrita por él. Cata se dedica al mundo de la moda y ella fue la diseñadora de su propio vestido de novia, un modelo precioso de piqué en color crudo combinado con negro a juego con unos zapatos de estilo retro con lazada. Querían celebrar una boda íntima y eligieron un antiguo molino gallego restaurado, ‘O muiño do Rañego’, situado en Villalba, el pueblo natal de Queno. Un lugar precioso rodeado de verde musgo, frondosa vegetación y un paseo fluvial que hace más idílico si cabe el entorno. El aire de tradición y costumbrista de la ceremonia dio paso a un ambiente mucho más glamuroso en la fiesta que se celebró por la noche junto al mar en A Coruña, ciudad donde residen los novios. Para esta ocasión la novia eligió un impresionante vestido de Lanvin con unas sandalias doradas de Jimmy Choo, la flor de la solapa del novio también era de Lanvin. Muchos fueron los amigos y familiares que les acompañaron y disfrutaron hasta el final del amor maduro de una pareja que tuvo la inmensa suerte de reencontrarse a pesar del tiempo y la distancia.
Fotografía: Ana Golpe