La boda de hoy es una boda muy especial para mí porque se trata del enlace de un amigo y antiguo compañero de trabajo, Vicente Suárez, un conocido relaciones públicas de Barcelona además de una bellísima persona. Vicente y Claudio se conocieron gracias a la periodista catalana y amiga común Anna Alós con motivo de un evento que organizaba para la galería de arte de Claudio ‘La Galería dei Tempi’, aunque lo suyo no fue amor a primera vista ya que Vicente se tuvo que ganar a pulso al que acabaría siendo el amor de su vida y doy fe de que así fue. Los dos son unos enamorados del arte y la arquitectura por eso la ceremonia tuvo lugar en el impresionante Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona y fue oficiada por el alcalde de la ciudad en perfecto italiano y español, en deferencia a las lenguas y cultura de los dos protagonistas. Totalmente impecables y elegantes los novios hicieron su aparición estelar en el Saló, Vicente con smoking de Karl Lagerfeld en azul marino y solapa redonda de satén negra y Claudio con un modelo de Prada en negro con solapa de pico de satén del mismo color. Entraron con la música de la italiana MINA, que eligió el padre de Vicente. De hecho todo el repertorio musical de la ceremonia fue escogido por alguien importante para los novios, el padre, el padrino y los testigos seleccionaron una a una todas las piezas que los novios aceptaron sin discusión. Siguiendo la tradición llevaron algo nuevo (los smokings), algo viejo (las pajaritas y los fajines) y algo prestado (Vicente el reloj de su padrastro ya fallecido y Claudio los gemelos de la primera comunión de su padre). Las alianzas definen a la perfección el gusto de cada uno, Vicente eligió un aro de platino de Vasari y Claudio un Bvlgari en oro blanco. Tras la ceremonia, la fiesta posterior se celebró en la Fundación Francisco Godia que alberga una de las colecciones privadas de arte más importantes de España y donde azafatos con bombín y capa de gala iban recibiendo a los más de 250 invitados. Un cóctel pasado servido por Le Chef permitía que todos pudieran charlar entre ellos de una forma distendida e informal. La cena fusionó las dos culturas, española e italiana, combinando el jamón de bellota o el queso manchego con el risotto o la famosa porqueta Italiana que fue cortada ‘in situ’ por un cocinero de origen italiano. Entre los invitados se encontraban caras conocidas de la prensa, el arte y la empresa pero todos buenos amigos de los novios, los periodistas Santi Meyfren o Anna Alós, el chef Ramón Freixa, la experta en protocolo Bárbara de Senillosa, la diseñadora Purificación García junto a su hija Soledad Álvarez de Sayan o la modelo y blogger de moda Maite de la Iglesia, además de familiares y amigos llegados de más de 10 países diferentes para acompañar a los novios en su día más especial. Como anécdota, se quitaron todos los cuadros de una de las salas de la Fundación y se sustituyeron por lienzos en blanco donde los invitados podían dejar su personal mensaje a los novios. Al final el lienzo en blanco se transformó en un recuerdo imborrable que conservarán para siempre. De la música de la fiesta se encargó Helkemeer Homolka, que amenizó a todos los asistentes tanto en el interior como en la terraza, habilitada como chill-out tras la cena y donde todos bailaron hasta agotar todas sus fuerzas. Para la organización y coordinación de la boda Vicente y Claudio contaron con el equipo de Gablons, la agencia de comunicación de la que Vicente es socio y con el inestimable trabajo de Sandra Gallart de Energy Support. Desde aquí sólo puedo desearles toda la felicidad del mundo que estoy segura de que ya la tienen porque como podréis ver a continuación, las fotografías hablan por sí solas. Mucha suerte en vuestro nuevo camino!
Fotografía: Román Miguel y Miquel Coll