El vídeo de hoy es un vídeo que todavía no sé muy bien cómo catalogar. Desde la primera imagen hasta la última he ido dándole al pause continuamente para poder fijarme detenidamente en todos y cada uno de los numerosos detalles que contiene. Es un vídeo de boda pero no de una boda tradicional, es una boda especial, diferente, de las que no solemos acudir no porque no queramos sino porque quizás nuestros amigos nunca harían un tipo de boda así, en España todavía somos muy tradicionales. Por eso me ha gustado. Se trata de una boda muy kitsch, con una estética entre retro y naïf y unos novios muy pero que muy originales. Empezando por el espacio que eligieron para la ceremonia, lo que parece un gran salón desvencijado y decadente de una casa abandonada o en ruinas. Toda la decoración llama la atención por su colorido y por su estética, me encanta cómo han decorado la pared trasera que enmarca el momento del ‘sí quiero’ con pompones y lámparas de papel de colores. La entrada de las damas de honor, amigas de la novia, es todo un desfile de excentricidad, con sus peinados atrevidos, los tatuajes, el color del pelo, los pequeños bouquets de papel y la parte más divertida, la entrada de un pequeño bulldog con un gran collar de flores de papel. ¡Para comérselo! Las pequeñas damitas, con sus coronas de flores y sus vestidos estampados, son una mezcla de haditas y ninfas del bosque que, en vez de pétalos, van dejando caer por el pasillo plumas de colores. ¿No os parece original? Tras la ceremonia, el brunch se celebró en el interior de una tienda, que por las imágenes no se sabe bien si se trata de una pastelería o más bien de una sombrerería. Sea lo que sea, el sitio sigue manteniendo la estética kitsch de la boda con esa mezcla imposible y acertada de telas, tejidos, puntillas, bordados y glitters. Los invitados, distribuidos en mesas redondas de cafetería con manteles de ganchillo, disfrutaron de un ágape de lo más variado que iba desde las tortitas con miel, pasando por una barra de cócteles y helados hasta una mesa de dulces con cupcakes decorados con corazoncitos y flechas de Cupido. El vestido de la novia, así como el peinado, recuerda las películas americanas de los 50, en color beige, corto, con velo birdcage en blanco y zapatos rojos a juego con el cinturón. Para la fiesta cambió el tocado birdcage por una diadema, los zapatos rojos por unos blancos de cuña a juego con el cinturón del mismo tono y como nota de color unas medias de color fucsia. Toda la boda es como una explosión de colorido de principio a fin que no deja a nadie indiferente, os invito a que veáis el vídeo y lo comprobéis vosotras mismas. Eso sí, seguro que tendréis que pararlo más de una vez si no queréis perderos todos los detalles.
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Vídeo: Goodwin Films