Ayer empezó el verano y ha sido como si alguien hubiera abierto de repente la caja del calor, las temperaturas han subido y yo no puedo dejar de pensar en arena, mar y sol, así que en el post de hoy nos vamos de boda nada más y nada menos que a Florida Beach. Varias cosas han llamado mi atención pero me gusta especialmente el colorido, tanto de la boda como de las imágenes plasmadas por el fotógrafo, ya que ha sabido darle ese aire a calima de verano que suele respirarse en las bodas junto al mar. Los novios querían colores brillantes que evocasen una temática de ambiente mexicano, por lo que se recorrieron innumerables tiendas de antigüedades y mercadillos de segunda mano en busca de toda la decoración: tarjetas postales de época, sombreros mexicanos, guirnaldas, banderines, jarrones, velas… Pero lo más divertido fue la implicación de todos los familiares y amigos de los novios. Muchas veces no pedimos ayuda, bien porque creemos que podremos llevar todo nosotros solos o bien por no molestar, y eso es un error porque precisamente lo que hizo especial la boda de Kendrick y David fue la implicación de los invitados, fue una auténtica boda DIY. De la decoración de la ceremonia se encargó un amigo de la pareja y cargó con ella en un avión recorriendo medio país hasta llegar al lugar de la celebración. La música la puso el hermano de David a través de un divertido radiocasette estéreo portátil de color rosa, todos colaboraron en colgar los pompones, los farolillos y las guirnaldas que decoraban todo el espacio, además de las flores de distintos colores que previamente se había encargado de comprar la madre de la novia, hasta el maquillaje y la peluquería corrió a cargo de unas amigas de Kendrick. Eso fue lo que hizo realmente especial la boda. Eso y el contar con un buen fotógrafo porque, como bien dijo la novia, todo pasa tan rápido ese día que al final el pastel se acaba, la decoración desaparece, las flores se marchitan… pero siempre quedan las imágenes que son las que ayudarán a recordar un día tan especial.
Fotografía: Our Lavor of Love