REGRESO A CASA
Cerramos la semana con un editorial muy especial, un shooting íntimo dedicado en exclusiva a la figura de la novia el día de su boda. Un editorial de inspiración provenzal cargado de delicadeza, feminidad y emoción, dirigido a esas novias soñadoras y románticas que viven fuera de su pueblo o de su ciudad natal y añoran regresar un día y casarse allí. Novias que quieren volver a sentir esas sensaciones que sólo la paz del campo transmite, la añoranza y el regocijo de saber que estás de nuevo en casa. La Posada de Ojebar, es ese lugar soñado que invita a desconectar en plena naturaleza, rodeado de prados y encinares, campos y hondonadas. Un entorno privilegiado situado en pleno valle del Asón en Cantabria. El día comienza con un desayuno en la piscina cubierta de la posada. Un auténtico lujo gracias al cual la novia pudo darse un baño relajante antes de desayunar y lograr sentir esa calma y paz interior que toda novia necesita el día de su boda. Un instante con ella misma, un momento en el que poder observar su interior, sus sensaciones y sentimientos, un minuto para sentir la naturaleza y ese soplo de aire fresco rozando sus mejillas. Tras el desayuno llega el momento de prepararse para la ceremonia. Un diseño de Novelle Atelier, creado en exclusiva para este editorial, la espera en la habitación. Un vestido de estilo Provenzal con costuras sencillas pero confeccionado con un gusto exquisito, con la apariencia de un dos piezas, camisa de gasa con pequeños bordados en algodón y amplias mangas entalladas con puños también bordados, todo ello cosido a mano. Las sandalias de Customeus Novias en terciopelo azul empolvado con tacón plateado y tiras cruzadas en el empeine, junto a un ramo silvestre pero elegante, diseñado por Floristería Mora con diferentes verdes y lisiantus en tonos blancos, componen el total look de la novia. El toque final lo completa un maquillaje sencillo y natural, con un rostro iluminado y delicado, obra de la estilista Maria Ríos Peluqueros, que también fue la encargada de peinar a la novia con dos estilos diferentes, uno de ellos para la sesión de los preparativos y el otro para el resto de la sesión. El momento de la ceremonia quizás sea uno de los más especiales porque… ¿Quién no ha soñado alguna vez con casarse en un campo de fresas y sentir el aroma que desprenden? El lugar fue escogido porque a la novia le transportaba a su infancia, a esos momentos en los que cogía ella misma las fresas del campo y las comía junto al fresal. Para la cena se escogió la terraza de la Posada porque es el lugar donde se aprecian las mejores vistas del Valle de Asón. Un rincón mágico que recordaba a la novia los tiempos en los que se sentaba en la ladera a observar la puesta del sol y su forma de desvanecerse en el horizonte, un momento de paz absoluta. Sobre la mesa nos sorprende una vez más el delicado trabajo de Ainara Pascua y el diseño floral de Mora floristas, junto al exquisito material decorativo en tonos blancos y azules que transmite ese aire provenzal del siglo XXI de la empresa de decoración Dreams Rents y la delicada papelería diseñada y elaborada por Maresa Carles con papel artesanal de algodón y sobres teñidos a mano uno a uno. Y, para finalizar la sesión, se ubicó la zona de Chill Out en la posada antigua porque evocaba a la novia las noches de verano que tanto había disfrutado en las verbenas de su pueblo con amigos. La música de Suit & Sound, junto a toda la maravillosa puesta en escena y las preciosas imágenes capturadas por el fotógrafo y videógrafo Eric Parey, fue el colofón de una velada perfecta, única e inolvidable.
Organización, diseño y decoración: @ainarapascuawp / Equipo wp: @veronikamartin77 / Fotografía – Vídeo: @ericparey @ericparey_audiovisual / Venue: @posadaojebar / Papelería: @maresacarles / Modelo: @joneargoitia / Vestido novia: @novelleatelier @novellenovias / Zapatos: @customeus @customeusnovias / Make up + Hairstyle: María Ríos Peluqueros / Rentals: @dreams_rent / Floristería: @morafloristas / Música: @suitandsound__