La boda de Valentina y Omar es de esas bodas maravillosas que una sueña en ocasiones como algo inalcanzable pero que finalmente se hacen realidad, aunque llegar a ello no sea fácil. Lo que demuestra que nada es imposible cuando realmente alguien desea algo con todas sus fuerzas. Puedo decir con total seguridad que es de las bodas más originales que he publicado en el blog, de hecho es la primera boda-safari que ve la luz en nuestras páginas. Valentina es una de nuestras más fieles seguidoras y, junto con Omar, siempre tuvieron claro que querían hacer de su boda algo diferente que quedara marcado en los corazones de sus invitados. En palabras de la propia Valentina: ‘Nuestra idea era hacer algo especial y poder compartirlo con las personas que más amamos en el mundo’. Todo empezó a raíz de su propio compromiso, en agosto de 2017 durante el transcurso de un safari en Zambia. Se lo pasaron tan bien y guardaban tan gratos recuerdos de ese viaje que decidieron que su boda tenía que ser así, en un safari. Al principio la idea sonaba a locura propia de enamorados pero finalmente la locura se convirtió en un sueño para los dos y, el sueño, en realidad. Pusieron fecha de boda a dos años vista ya que organizar una boda a distancia es complicado pero además, hacerla durante un safari, más todavía. El lugar elegido fue la reserva de Thornybush Game, una reserva natural privada de 14.000 hectáreas en el corazón de África, unida al Parque Nacional de Kruger. Toda la idea de la boda fue una absoluta aventura, de principio a fin.
Los novios recibieron a sus invitados con un safari preparado para poder disfrutarlo en su compañía antes de la boda. Fue una experiencia realmente increíble la de poder recorrer todo el paisaje al amanecer rodeados por los animales de la reserva.
La ceremonia fue oficiada al aire libre y contó con ritos africanos, la novia fue recibida a su llegada al altar por bailarines autóctonos que amenizaron su llegada con cantos tribales. Tras la ceremonia los invitados pudieron degustar un aperitivo informal en el exterior, con barras de champán, cócteles variados y la animación de un grupo de música en directo. La cena tuvo lugar en el interior del edificio principal de la reserva, decorada en estilo romántico con velas y coloridos centros florales adornando las mesas. Los meseros eran un guiño a los animales de la reserva que los invitados habían podido descubrir durante el safari del día anterior. Toda la velada se desarrolló en un ambiente íntimo y muy familiar debido al reducido número de invitados, lo que provocó que muchos de ellos participaran regalando unas palabras emotivas a los novios que emocionaron a todos los presentes. Una vez finalizada la cena, la música en directo continuó animando una jornada inolvidable para todos, el especial viaje de Valentina y Omar.
Fotografía: Ben Viljoen Potography