La verdad es que hoy pensaba traeros una boda de invierno para ir creando un poco de ambiente navideño debido a la proximidad de las fiestas, pero ya sabéis que ante lo que me apasiona no me puedo resistir, así que una vez más, ha caído entre mis manos una bonita boda de aire vintage. Se nota la especial sensibilidad con la que los novios organizaron su gran día, teniendo muy en cuenta la gama cromática y el estilo que querían darle, con tonalidades pastel y un ambiente romántico-vintage que se refleja desde mucho antes en las propias invitaciones de boda, confeccionadas con fotografías antiguas en blanco y negro. Los complementos, especialmente en forma de flor, adquieren un papel destacado tanto en la estética como en la decoración de la boda. Desde la flor que prende del cabello de la novia hasta el mismo ramo, hecho en seda y decorado con tela de ganchillo y un broche de época o los tocados de las damas de honor. Los centros de mesa, para los que se han utilizado pequeñas jaulas blancas, también aparecen coronados por flores, igual que el pastel nupcial. Me ha gustado la aplicación del papel de partitura en varios elementos de la decoración e incluso del catering como los centros de mesa o el mismo pastel de bodas. Este guiño musical también está presente en el prendedor de solapa del novio y se ha utilizado además para forrar varios libros antiguos, dando un aire más romántico a la decoración. Otro detalle que me ha gustado especialmente es la boina de uno de los niños que acompañaban a los novios, aunque en vez de corbata y chaleco yo le hubiera puesto pajarita y tirantes. El vestido de la novia también denota su sencillez, con falda lisa con caída y cinturón de raso en color rosa palo y aunque a mí particularmente no me gusta que una novia lleve nada en las muñecas, en este caso la impresionante pulsera de Shauna merece una mención aparte porque además de ser una joya preciosa rompe un poco con la estética uniforme del vestido dándole un aire más retro. Espero que disfrutéis de las imágenes y que, como siempre, os sirvan de inspiración.
Fotografía: Clayton Austin