Cuando vi el vídeo de la boda de Simone y Greg me pareció un soplo de aire fresco. La música, suave y tranquila te transporta a un estado de calma que hace que no puedas dejar de mirar y de escuchar. Los novios reflejan también esa placidez propia de su personalidad y que trasladan a todos los momentos de la boda. Una paleta de colores limpios y minimalistas, como el marfil o el verde salvia junto a detalles metálicos rodean el ambiente rústico y orgánico de la bodega de piedra en la que se casaron. Para su día más especial Simone se decantó por una creación de la diseñadora sudafricana Anna Georgina de corpiño con aplicaciones y falda larga con vuelo de tul y, como único complemento, una corona de flores naturales y un velo integral que utilizó para la ceremonia. Sus damas de honor lucieron vestidos largos en color gris noche con cinturón en oro rosa, brazalete geométrico y coronas y ramos de flores a juego con los de la novia. Un estilismo que ligaba a la perfección con la decoración de la boda, también en oro rosa y cobre, combinada con elementos naturales como ramas de eucalipto. Todo muy sencillo y minimalista al tiempo que sofisticado. No faltaron detalles tan especiales como las servilletas bordadas en hilo de oro rosa con el nombre de cada invitado o la banda de música en directo que puso en pie a todos los asistentes y que sin duda, para los novios, fue el momento más especial.
Vídeo: Orpen Film Co. / Fotografía: Page & Holmes Photography