Empezamos el mes de diciembre con una de esas bodas navideñas que tanto me gustan. En unos días, Marina y Unai celebrarán su primer aniversario de boda y lo harán con el mejor regalo que podrían tener, la llegada de su primer hijo, que esperan para el próximo mes de enero. La pareja se casó un frío día de invierno, en la Iglesia del Rosario de Corella, el pueblo de Marina. Y aunque en nuestro país todavía estábamos en pleno pico de COVID, ese hecho no afectó para nada a la alegría y la felicidad con la que vivieron ese momento.
Marina siempre había querido casarse en diciembre, casi en Navidad, porque le encantaba la idea de ambientar la boda con toques navideños. Para cumplir ese sueño, contó con la ayuda de Sweet Emotion Wedding Planners, las hadas madrinas que se encargaron de hacer realidad todos sus deseos. Ambientaron toda la boda para que no faltase un detalle, desde la creación de la papelería con diseño navideño, la mesa dulce e incluso la decoración del photocall para el vermut, una réplica de una cálida chimenea con un abeto natural a sus pies. De la ornamentación floral, tanto de la iglesia como del banquete, se encargó Espacios Verdes, que dejaron todo precioso apostando por las ramas de eucalipto y los tonos verdes y blancos, con un toque de burdeos.
El vestido de Marina fue una creación de Borgia Estudio Novias. Quería un vestido sencillo, con botones y que llevase pelo para que abrigara. La versatilidad de incluirlo también en los puños de las mangas y el hecho de que estos se pudieran poner o quitar, hizo que los luciera durante la ceremonia y que se los quitase para el baile. A modo de abrigo, se decidió por un chaleco con el cuello también de pelo. Para el maquillaje y la peluquería contó con sus estilistas de siempre, Miriam Estética Avanzada y Peluquería Carmen, ambas de Corella. En cuanto a los complementos, Marina lució unos pendientes de Swarovski desmontables y, para la fiesta, una diadema a juego con los mismos cristales, ambos diseñados por Legorburu Atelier, y zapatos de Magrit.
Teresa y Leticia fue la firma encargada de vestir a los pajes, con unas capitas en color burdeos para las niñas y unas chaquetitas para los niños.
El banquete tuvo lugar en el maravilloso restaurante Maher de Cintruénigo, uno de los más emblemáticos de la zona. Tanto la ceremonia como el momento del vermut fueron amenizados con música en directo y todos los invitados se encontraron al llegar a su mesa, con una tazita personalizada con un paquetito para hacer chocolate caliente. Numerosos fueron los detalles que Marina y Unai tuvieron con sus familiares y amigos, haciéndoles de este modo partícipes de su felicidad y consiguiendo un ambiente único en esta boda tan especial celebrada unos días antes de Navidad, cuando el amor parece que brilla todavía con más fuerza.
Fotografía: María Navallas / Wedding Planner: Sweet Emotion Wedding Planners / Flores: Espacios Verdes / Vestido: Borgia Estudio Novias / Maquillaje: Miriam Estética Avanzada / Peluquería: Peluquería Carmen / Traje novio: César Moda / Vestidos pajes: Teresa y Leticia / Diadema y pendientes: Legorburu Atelier / Zapatos: Magrit / Espacio: Restaurante Maher / Música en directo: Maite Iriarte, Ana Isabel Ausejo e Isabel Cameo / Vídeo: Aloha Films