Visra & Chris: campamento de boda
La boda de Visra y Chris es una de esas bodas en apariencia sencillas pero que tienen ese punto especial que las hace diferentes. Los dos viven juntos en una gran propiedad increíblemente hermosa en Woodside (California) y querían compartir con todos sus invitados el amor por su hogar el día de su boda. Así que ni cortos ni perezosos invitaron a familiares y amigos a pasar todo un fin de semana ‘alojados’ en distintas tiendas de campaña distribuidas por toda la ladera. Los novios se reservaron la tienda más especial, confeccionada con una tela en rosa chicle y madera y en cuyo interior se encontraba una gran cama de matrimonio con vistas a la sierra, donde pasarían su primera noche de bodas. Me encantan las fotografías junto a la tienda con los globos gigantes de la misma tonalidad. Necesitaron construir lavabos y duchas al aire libre para que los invitados pudieran hacer uso de ellos sin necesidad de moverse mucho, así que alquilaron mobiliario y objetos decorativos de aire vintage y el resultado fue un bonito espacio creado en madera con picas y espejos antiguos que daba a la propiedad el aire retro y la sensación hogareña que querían conseguir. El elemento más importante de la jornada tenía que ser la mesa de comedor triangular, ya que debía tener un aspecto y unas medidas muy concretas para acoger a sus 200 invitados. Para su elaboración, Visra contó con la inestimable ayuda del diseñador Drew Bennet, que invirtió nada más y nada menos que 6 meses en ella hasta que quedó perfecta, ya que la idea es que todas las piezas se conectaran a diferentes alturas para que todos los familiares y amigos pudieran compartir la misma mesa a pesar de sus enormes dimensiones. Los centros de mesa estaban compuestos por botellas de cristal de diferentes tonalidades y alturas junto a pequeñas macetas y flores silvestres y todas las mesas estaban iluminadas con lucecitas de verbena y farolillos blancos de papel de arroz. El catering dio prioridad a los productos frescos y naturales y tras la cena hubo barra de cócteles para todos y música en directo hasta la madrugada. Lo mejor de todo es que a esas horas y en apenas unos pasos, todos los invitados estaban descansando en sus tiendas.
Fotografía: Jenny Kim Photo