La tendencia Indie-folk viene pegando fuerte desde el pasado invierno y este verano ya empieza a dejarse ver en las bodas más cañeras. La verdad es que me encanta el espíritu de libertad que transmiten las bodas diseñadas bajo esta corriente basada en el amor por la naturaleza y la vida al aire libre, es ideal para novias aventureras, atrevidas y muy naturales. Hoy os traigo una sesión de inspiración que os ayudará a la hora de montar vuestra propia boda folk. Es evidente que el entorno que elijáis influirá mucho en el resultado final, tendría que ser un espacio al aire libre con poca vegetación, un paraje algo árido y desértico rodeado de alguna montaña y grandes piedras en lugar de árboles o plantas. El toque de color lo dará la decoración y los complementos que utilicéis. En este caso predominan los estampados coloridos o los lisos con un estridente toque de color. El estilismo de la novia se inspira en el boho más romántico con un vestido largo de ganchillo y sandalias blancas a juego. Los motivos tribales de los complementos son los que le dan el toque más folk, predominante en las pulseras de madera, las plumas en tocados o pendientes y las cintas en el ramo de novia. La decoración de mesa adquiere gran protagonismo gracias a la original vajilla y al colorido de la cristalería, pero también gracias a los centros de mesa utilizados, sencillos cuadrados de madera natural que destacan el colorido y la variedad de flores, entre las que predominan los cactus y las plantas autóctonas. Otro punto diferente es el seating de mesa, pintado a todo color en pequeñas piedras y los pufs de cuero situados en torno a la mesa de madera que descansa sobre alfombras de estilo étnico. Para finalizar, la nota dulce la pone el original pastel a juego con los centros de mesa y para el que se han utilizado como soporte varios troncos pintados en la misma gama de color a modo de hoguera ficticia.