MACA & MARIO: FORMENTERA LOVE
Cuando Maca me dijo que se casaba, desde el primer momento supe que su boda sería especial. Fui de las afortunadas en saberlo antes incluso que su propia familia, no por nada especial, pura casualidad pero aunque fue a través del mail, noté que estaba feliz, radiante, ilusionada, sus palabras me supieron transmitir sus sentimientos como si la tuviera justo a mi lado. Enseguida le dije que cuando lo hiciera quería publicar su boda en mi blog, sin verla ya me la imaginaba, pero he de decir que ahora que he visto las fotos superan incluso lo imaginado. A Maca y Mario los conocí (físicamente) durante una edición de la Wedding Fashion Night en la que participamos con UBOshop y ellos con Hip & Love. Maca es la persona que está detrás de esas coronas de cuento de hadas con las que toda novia sueña y Mario dirige su marca de gafas de sol de madera Indianas Formentera. Dos emprendedores que un buen día decidieron dejarlo todo familia, amigos, trabajo y cambiar de vida en favor del amor y la libertad de elegir un sueño. Y allí siguen, en su particular universo, rodeados de mar, playa y naturaleza, en su isla bonita, Formentera. Fue en ese lugar de cuento donde se dieron el ‘sí quiero’, en una ceremonia sencilla al aire libre en los bosques que rodean El Dalmau, un espacio natural situado en la zona de Muntanyola. Los dos se encargaron personalmente de todo, si hasta se pusieron a servir ellos mismos el postre, pero así son ellos, pasionales y divertidos, locos encantadores que disfrutan con lo que hacen y aman la vida por encima de todo y eso es precisamente lo que los hace tan especiales. Su boda, fue puro reflejo de su personalidad. Su espíritu aventurero estuvo presente incluso en su estilismo, Mario lució un pantalón que había comprado en el mercado de Las Dalias, en Ibiza, una camisa de Londres y unas botas llegadas nada más y nada menos que de la mismísima Rusia y, como complemento, unas Indianas de madera diseñadas especialmente para la ocasión, como no podía ser menos. Maca se decantó por un diseño de Rue de Seine, un modelo de colección que hizo que no pudiera verlo hasta pasados 6 meses, cuando se lo enviaron a casa, en cuanto lo vio supo que había acertado. Para compensar la potente presencia del encaje del vestido diseñó una sencilla corona de pistilos blancos y marfil con pequeños toques de flores de azahar en terciopelo, sin duda alguna, su creación más especial. Maca también se encargó de preparar su ramo de novia, un sencillo bouquet de rosas empolvadas, acabado con un lazo en marfil. Tras la ceremonia, decorada con muebles y objetos de El Dalmau y con detalles que los mismos novios elaboraron y prepararon, tuvo lugar la comida, también al aire libre y servida con las exquisiteces de Cal Blay. Y una historia tan especial no podía acabar sin un concierto en directo, The Lito fueron los encargados de poner la banda sonora a la boda, con su rumba catalana amenizaron el baile hasta altas horas. Pero sin duda alguna, la anécdota que quizás más me ha emocionado fue el detalle que tuvo Maca de utilizar para la lluvia de flores a la salida de la ceremonia los restos de las flores de las coronas de todas sus chicas que había ido guardando durante todo el año esperando ese momento especial que acompañó a la pareja en sus primeros pasos como marido y mujer y que colmó todavía más de energía su unión, porque nada hay más grande que un amor engrandecido con la suma de otros amores. Espero que disfrutéis de esta boda tanto como lo he hecho yo…
Fotografía: Say Cute