El nardo, conocido también como vara de San José, es una flor de temporada que florece en primavera-verano muy típica de nuestra tierra y aunque nos pueda dar la sensación de ser una flor muy castiza, tiene su origen en México. Sus flores, blancas o rosadas, se agrupan en forma de espiga y destacan por su agradable fragancia, de hecho, una de las principales características del nardo es que es capaz de seguir desprendiendo su olor hasta dos días después de haber sido cortado. Recuerda un poco al aroma del jazmín o del azahar aunque el del nardo es más afrutado y meloso. Es una especie muy elegante que aporta un sello muy especial y funciona muy bien en bouquets con tallos largos o en combinación con otras variedades florales o mucho verde, aunque hay que saber combinarlos intentando que las flores que los acompañen no sean también muy aromáticas. Por ejemplo, unas Freesias entrarían en conflicto con los nardos si están en el mismo ramo ya que también son muy olorosas. En cambio una combinación perfecta, si queremos dar al ramo un cierto aire silvestre, podría ser la de nardos, trigo y astilbe. Pero si buscamos una estética más clásica o romántica, las rosas serían las flores ideales para acompañarlo. Yo particularmente ya sabéis que sigo la máxima de ‘menos es más’ y, en este caso, un sencillo ramo de novia confeccionado únicamente con nardos me parece una opción preciosa y muy natural que además es perfecta para cualquier estilo de boda. Espero que os guste la idea y os animéis a lucir uno el día de vuestra boda.
Fotografía: Mariah Milan, El Puentecillo, Fernando Hijo, Valentina Nero, Pilar Barrionuevo, Pinterest