Esta temporada son tendencia los vestidos de novia con bordados, sobre todo los de motivos florales. Es una tendencia que ya empezamos a vislumbrar en el 2017 y que nos acompañará también a lo largo de este año. Los diseñadores empiezan a incluir notas de color sobre el lienzo blanco del vestido de novia, aportando frescura y romanticismo a sus diseños. Es como un regreso a la costura más tradicional, la que confeccionaban nuestras abuelas a mano y con mucho tino y paciencia, con puntadas delicadas que convierten el vestido en una pequeña obra de arte.
Las pasarelas de moda internacionales fueron el punto de partida de esta tendencia que apoyaron prestigiosos diseñadores de la talla de Valentino, Alberta Ferretti o Gucci, inundando todo tipo de prendas y complementos con bordados de colores vivos.
De ahí a adaptarla al mundo bridal, sólo hubo un paso. Los bordados han tenido gran aceptación entre las novias millennial preocupadas por el valor de la tradición y dispuestas a rescatar tendencias que creíamos olvidadas. Hemos visto cómo aparecían en mangas, cintura, hombros o escotes y en variadas opciones, pudiendo encontrar diseños lisos, en los que apenas sobresale la pieza; diseños de realce, con mucho relieve, o de aplicación, en los que el bordado se realiza fuera de la pieza y luego se cose sobre ella. También hay diseñadores que apuestan por un único color con la intención de realzar el blanco del vestido, consiguiendo de esta forma diseños con un aire más clásico y los hay que apuestan por todo lo contrario, colores vivos combinados entre sí que nos recuerdan la estética de la tradición mexicana y de nuestra propia cultura popular. Algunos de los diseños se combinan incluso con pedrería y transparencias para obtener un aspecto todavía más romántico si cabe. Definitivamente, el bordado ha llegado con fuerza y esperamos que se quede por mucho tiempo.
Vestidos: Navascués, Beba’s Closet, Sole Alonso, Lara Hotz, Temperley London, Claire Pettibone, Immaclé, Alicia Rueda Atelier, Cayetana Ferrer, Otaduy