Hace días que sabemos cuál va a ser el color de este año, el nominado por Pantone, la autoridad mundial del color. Es el Marsala, un rojo terroso de color vino, un tono robusto y a la vez sofisticado que transpira lujo y glamour pero también paz y discreción. Según las propias palabras de Leatrice Eiseman, directora ejecutiva de Pantone Color Institute: ‘el Marsala enriquece nuestra mente, cuerpo y alma, rebosando confianza y estabilidad’. En moda y también en decoración, las potentes cualidades del Marsala hacen de este color una declaración de elegancia cuando se usa solo y añaden un toque cautivador cuando se combina con otros colores. Es altamente compatible con el ámbar, el ocre y los dorados, también con verdes, tanto turquesas como azulados y con la gama de los azules en su rango más vibrante. Todas estas características lo hacen ideal para convertirse en el tono principal de una boda en cualquier época del año, bien sea solo o en combinación con otras tonalidades. Es perfecto para cualquier aplicación ya sea de cartelería como de decoración e incluso para el estilismo. En belleza el Marsala es un color atractivo y sofisticado que favorece muchos tonos de piel e igual combina con mezclas monocromáticas de colores rosas amelocotonados dando un aspecto muy natural al rostro, como con tonos metálicos ocres, dorados y ahumados, favoreciendo una estética mucho más sofisticada y glamurosa. En complementos el uso del Marsala puede dar el toque de color tanto a una decoración o aplicación floral como puede ser el ramo de la novia o el Boutonniere del novio, como a un detalle personal, donde el uso de unos pendientes o un bordado en el vestido en color Marsala será la guinda perfecta para conseguir un look especial.
Fotografía: Weddings Magazine, Anna Delores Photography, Millie Holloman Photography, Weddinggomania, Jen Huang, Chaz Cruz, Catherine Marciniak, Pinterest, Bliss fully wed, Christine Sara Photography
