La verdad es que el reportaje de hoy bien podría ser una Luna de Miel o un pre o post-boda pero a estas alturas del mes de julio una ya solo piensa en vacaciones, así que os lo propongo como destino turístico para vuestra Luna de Miel. Positano es una bella ciudad italiana situada en la costa Amalfitana, a orillas del Golfo de Salerno. Tiene el encanto de la vieja Italia de los años 60 y su clima suave la hace ideal para pasar los calores del verano. La ciudad destaca por sus edificios de arquitectura árabe que se elevan sobre empinadísimas calles pobladas por pequeñas casas pintadas de rosa, terracota y durazno que hacen que su imagen sea como una bella postal. Un acantilado divide la ciudad en dos mitades, al oeste se encuentra Spiaggia del Fornillo, donde se pueden tomar clases de buceo y al este Spiaggia Grande y el centro de Positano, repleta de incontables sombrillas y playas claras. A poca distancia de Positano se encuentran los pueblos de Ravello, Capri e Ischia, a los que se puede acceder en barcos que salen todos los días. Salir de compras es toda una celebración de colores. La estrella, por supuesto, es el limón, que se puede encontrar impreso, pintado o fundido en cualquier parte. Los zapatos de Artigianato Rallo y la ropa y accesorios de Louis son dos símbolos de Positano, así como la Iglesia di Santa Maria Assunta, con una fabulosa mezcla de lo que son las líneas clásicas, querubines en sus arcos y una Madonna Negra que data del siglo XIII. Si la visitáis no os olvidéis de comprar su cerámica o de probar su limoncello, además de disfrutar de tranquilos paseos al atardecer porque como bien dijo el novelista norteamericano John Steinbeck: ‘Positano es un lugar de ensueño que no parece real mientras se está allí, pero que se hace real en la nostalgia cuando te has ido’.
Fotografía: ArchetypeStudioInc.com
