Ya sabéis que me encantan las bodas de invierno, bueno, en realidad, me encantan las bodas en cualquier época del año pero el invierno tiene ese punto de confort y de calidez que no lo da el verano. Por eso las bodas en invierno dan esa sensación de abrigo y acogimiento que tanto me gusta. Hoy os traigo una sesión que me ha gustado especialmente porque me ha hecho sentir esa sensación de la que os hablo y además porque tiene lugar en una ubicación que normalmente relacionamos con el verano, se trata de la ciudad de Mallorca que muy probablemente muchos de los que me leéis no hayáis pensado en ella como destino para una boda de invierno pero quizás después de ver las imágenes del post de hoy os lo replanteéis. La sesión, organizada por Sonia de Más allá de tus Sueños y fotografiada por Daniela Cursach, tiene lugar en la Finca La Real, un lugar privilegiado para celebrar un enlace. Los actuales propietarios compraron la finca en 1860 y construyeron la casa principal 3 años más tarde, junto a la antigua posada. Tiene un molino del siglo XIII y capilla propia, producen su propio aceite y crían ovejas rojas y caballos árabes, además dispone de un jardín mediterráneo con palmeras y acebuches, frente a la fachada principal de estilo colonial. La finca cuenta también con un romántico lago, por lo que la ceremonia se celebró en el embarcadero, junto a un auténtico llaut mallorquín, finalizando justo en el momento de la puesta de sol, la hora más mágica del día, que bañó con una luz especial a la pareja. Alba, la novia, luce dos impresionantes diseños de Jesús Peiró de la colección Amalia. Un primer vestido para el momento de la ceremonia confeccionado en crep, de silueta asirenada con mangas evasé y gran volante y un segundo diseño, para el momento de la fiesta, un modelo sirena de manga larga en crep elástico con sobrecola de tul. Ceci Teser realizó un maquillaje natural utilizando una paleta suave de marrones resaltando especialmente la mirada de Alba y dando un toque de gloss a los labios de color nude. Toni Bennasar fue el encargado de la peluquería, decantándose por un peinado natural con un toque de sofisticación, una coleta baja adornada con los tocados artesanales de Tocados Art Joana en tonos oro y salmón. Completando el conjunto un bouquet despuntado de flores frescas en color blanco con un toque de verde, confeccionado por la Floristería Majoris y el portalianzas de Kiara Crea. Acero Ceremonia fueron los encargados del estilismo del novio, que lució un elegante traje oscuro. Tras la ceremonia, los novios dieron un paseo en caballo regresando a la Clastra, el patio interior de la finca, para vivir uno de los momentos más especiales y románticos de la velada. Allí la noche se transformó en día gracias a la iluminación creada por Tiá y Caty. Se decoró una pequeña casita de madera con velas y distintos puntos de luz a modo de picnic íntimo en el que no faltó una fogata y los cálidos tejidos de El Taller de Elizabeth junto a los detalles de Danku. El brindis de los novios y el pastel de Sweet Lucy avivaron todavía más si cabe la complicidad de la pareja que regresó al embarcadero para disfrutar de una iluminación muy especial, una gran cortina de luz que rodeaba el espacio a modo de camino y que los novios sellaron con un beso bajo el palpitante reflejo de unas bengalas. El final perfecto para una velada tan especial.
Finca: @fincalareal / W.P: @eventosmasalladetussuenos / Fotografía y Edición: @danielacursachphotos / Vestidos novia: @jesuspeiroofficial / Maquillaje: @ceciteser / Peluquería: @tonibennasarhairdresser / Tocados: @tocadosartjoana / Floristería: @floristeriamajoris / Recordatorios: @danku.es / Iluminación y sonido: @tia_djs / Traje Novio: @aceroceremonia / Tarta: @sweet_lucy_ / Tejidos: @el_taller_de_elizabeth / Porta anillos: @kiara.crea / Modelos: @albamaymo & Héctor / Agradecimiento especial a Joan Aguiló Sabater