Hoy no os voy a presentar una boda real, aunque bien podría serlo por la calidad de los modelos que la protagonizan. Os voy a dejar una sesión de fotos realizada por la fotógrafa norteamericana Jessica Claire, una profesional a la que sigo asiduamente y que tiene una sensibilidad especial para plasmar sus sentimientos en cada fotografía. Como se avecina una ola de frío en nuestro país, la sesión escogida representa una boda de invierno. Lo que más me ha llamado la atención ha sido el vestido de la novia, que me parece precioso, aunque es de ese tipo de vestido que para lucirlo bien hay que estar un poquito delgada, pero bueno, con un poco de voluntad… El color, en un tono rosa palo, me encanta para romper con el blanco de la nieve y queda genial con el tocado tipo birdcage. Aunque lo más original, bajo mi punto de vista, ha sido el recogido del bouquet floral de la novia, para el que se ha utilizado una ¡manga de jersey de lana!, una muestra real de que con poquito dinero se pueden tener grandes ideas. Sólo echo en falta una cosa, un bolero de pelo para la novia… cada vez que la miro me echo a temblar de frío….
Fotografía: Jessica Claire
