Las que me conocéis bien sabéis que me encantan las navidades y que disfruto muchísimo este momento del año. Para mí la Navidad es tiempo de familia y de amistad pero sobretodo, de amor. Quizás la primavera sea la época del enamoramiento pero es durante el invierno cuando se asienta el amor verdadero, el que supera todos los obstáculos. Es tiempo también de mirar atrás, de echar de menos a los que ya no están y brindar por el futuro de los que más queremos. Gustándome como me gusta esta época es inevitable que tenga especial predilección por las bodas de invierno, porque todas mantienen vivo ese espíritu navideño que tanta falta nos hace el resto del año. Así que me gustaría inaugurar este mes de diciembre (aunque ya sé que me he adelantado unas horas) con un shooting que me llegó hace unos días y que de manera inmediata provocó en mí la imperiosa necesidad de abetos, belenes, turrones y villancicos. La temática, como ya habréis intuido, es navideña y tiene lugar en un entorno natural, el parque rústico Finca Casablanca de Benalmádena (Málaga). Un lugar especial cubierto de pinos, donde es habitual que cada domingo muchas familias y grupos de amigos se reúnan con algo que celebrar o simplemente por el hecho de estar juntos. En su parte más alta, una pequeña y pintoresca ermita de fachada blanca como la nieve, le da ese aporte de claridad, color y recogimiento a esta preciosa boda de invierno en la que cada sentimiento y emoción queda perfectamente reflejado en un juego de enfoques y desenfoques que consigue transmitir toda la magia de ese momento.

Una decoración navideña en la que todos los elementos se han cuidado al detalle utilizando una gama cromática de rojos, blancos y dorados en cubertería, papelería, mantelería y mobiliario.

La calidez de la madera no podía faltar en esta época y está presente desde el principio, con una invitación labrada en madera de una corona de acebo con los nombres de los novios y un centro de mesa compuesto por musgo, manzanas, granadas, canela, moras, frambuesas y acebo, como si de un mini bosque se tratara. En cuanto al estilismo, se han buscado diseños de influencias románticas, con encajes antiguos de los años 40 y 50, únicos y creados especialmente para la ocasión en chantilly, guipur, plumetti y tul. Diseños que completan los distintos looks que luce la novia con un maquillaje que combina diversas técnicas acordes tanto con el vestuario como con el tocado. De esta manera, hay una clara diferenciación entre tres tipos de maquillaje y peinados, uno con ondas y maquillaje suave, otro con un semi-recogido con maquillaje en tonos neutros y rosas y el último un maquillaje en tonos cálidos y recogido bajo. Los tocados, creados con flores preservadas como hortensias, flor de arroz, siempreviva, eucalipto, buxus y rosas siguen las tendencias más actuales, destacando el que va combinado con plumas rosas. También se confeccionaron dos ramos de novia diferentes pero con un elemento en común, las manzanas rojas. Uno de ellos nos lleva a una Navidad más clásica y gélida, con rosas rojas, ilex, tuya, piñas, verdes y algodón natural y, otro más sofisticado, tipo bouquet, con rosas en tono rosado y rosas ramificadas blancas con toques dorados y un aporte diferente y más sofisticado con las moras y frambuesas. Y, como broche final, la tarta de bodas, todo un reto el de conseguir un blanco perfecto que le diese ese aspecto de nieve, para ello se decoró con merengue espatulado, aportándole elementos como ramas de pino tratada y un toque dorado con los macarons. Espero que disfrutéis de este editorial tanto como yo disfruto de estas fechas entrañable, estoy segura de que así será.

Wedding Planner, decoración y papelería: IdealDream / Fotografía: Silvia Camero / Invitación: Cortebox / Floristería: El Jardín de Chloe / Repostería: Pastelería Valenti / MUAH femenino: Vanesa Molina Make up & Hairstyle / Kimonos: Kimonos de novia / Vestidos: Onna Diseño Nupcial / Tocados: Sira Mae Flores y Tocados / Peinado masculino: The Chris Hair Salon / Modelo femenino: Patricia Bruno / Modelo masculino: Ángel Márquez