La situación actual ha hecho que muchos de nosotros nos replanteemos muchas cosas, empezando por nuestro entorno, el estilo de vida que llevamos, nuestras prioridades y anhelos, entre otros cientos de cuestiones importantes. Pero si algo ha habido es un deseo generalizado de vuelta a lo natural, a lo sencillo, a la vida sin florituras, en definitiva, a lo realmente importante. La próxima temporada, que espero que sea la de la culminación de las ansiadas bodas postpuestas, vamos a ver celebraciones en petit comité, en las que el eje principal van a ser las personas, los novios y sus invitados. Pero también vamos a ver bodas con una decoración pura inspirada por la Tierra, como parte efímera de nuestra vida. Porque estos días, más que nunca, hemos empezado a valorarla y a darle el lugar que merece. El editorial que hoy os presentamos es una lección de sencillez y estilo, en la que sus creadoras nos transmiten su pasión por la simplicidad y en la que el estilo rústico cobra una autenticidad especial transformando los escenarios y dándoles calidez a través de elementos tan acogedores como la madera o las velas. En el estilismo nupcial, faldas de tul, aberturas de ensueño y joyas poderosas crean una novia con espíritu romántico y salvaje, donde los colores neutros y los brotes de creatividad son la base para crear un estilo propio y con personalidad. Una puesta en escena que nos arropa y nos calma, invitándonos a soñar de nuevo sin olvidar el pasado y aprendiendo de él porque, como decía Henri Matisse: ‘Siempre hay flores para aquellos que quieren verlas’…

Dirección creativa: La Bohème Estilismo Floral y Amanda Watt / Diseño y estilismo floral: La Bohème Esilismo Floral / Fotografía: Amanda Watt / Vestidos: Sofía Qostaly / Tocado: Martina Dorta / Vídeo: Essential Films / Maquillaje: Natalia Sánchez / Peluquería: Alicia Berdún / Modelo: Carmen Serrano / Papelería: Loveratory / Mobiliario: MásquePalets