Con esta ya es la cuarta temporada que tenemos la suerte de poder asistir en directo a la presentación de la Colección Compromiso de Suárez y cada año nos sorprende con algo nuevo. Es de esos eventos que uno espera cuando se acerca el verano porque todo está preparado con mimo y mucha ilusión y eso se nota en cada detalle. La colección Compromiso es una línea que permanece en el tiempo pero que varía cada año con la incorporación de novedades y nuevos diseños.  Ofrece una amplia selección de solitarios y alianzas, siempre bajo la premisa del sabor faire de la firma y contando con diamantes que Suárez sólo utiliza en una escala que va de la D a la H, despreciando para sus joyas el resto del abecedario que llega, cómo no, hasta la Z. Eligiendo siempre los mejores diamantes, los que como mínimo se caracterizan por ser tres veces ‘very good’, en claridad, en color y en corte y que cuentan con el certificado GIA del prestigioso Instituto Gemológico Americano. Piezas de extrema calidad y de belleza etérea que provienen de las bolsas de Amberes, Tel Aviv o Nueva York, donde se seleccionan año tras año desde su fundación, con el mismo mimo y exigencia con el que lo haría cualquier enamorado y es que la mayoría de ellos, casi con total seguridad, acabarán formando parte de la historia de amor de muchas parejas. La consigna de la familia Suárez, ‘Menos es más’, está siempre presente en sus joyas que permanecen en el tiempo acompañando a quien las luce en su día a día y haciéndolas únicas y exclusivas piezas de Alta Joyería. Toda una selección de solitarios, alianzas, pendientes y pulseras que pudimos probarnos y conocer un poquito más gracias a la master class que nos ofreció Rubén García, profesional de gran trayectoria de la firma que año tras año es el encargado de transmitirnos todas las novedades. Esta vez en el idílico entorno de la Finca Las Jarillas, a pocos kilómetros de Madrid, donde también pudimos realizar un taller de lettering impartido por nuestros queridos Project Party Studio, acabando con un almuerzo al aire libre en los jardines de la finca en un día perfecto e inolvidable que volvió a ser motivo de reencuentro con muchos de nuestros compañeros madrileños.

Fotografía: La Web de Madagascar