BODAS DE INVERNADERO

Elegir el espacio donde celebrar una boda es una de las primeras cosas que hay que decidir si tenéis pensado casaros, es más importante incluso que la elección de la fecha. No sería la primera vez que unos novios cambian el día de su enlace porque el espacio elegido no tiene disponibilidad, de hecho a mí me sucedió. Y aunque antes quizás era un aspecto que no preocupaba demasiado, hoy día es realmente difícil decidirse por uno porque las opciones cada vez son más variadas y a cual más impresionante. Hay masías rodeadas de bosque, hoteles junto al mar, naves industriales, ermitas de cuento, calas perdidas entre rocas… espacios realmente singulares, muchos de ellos naturales, que ofrecen un entorno idílico para celebrar una boda única y especial. Particularmente soy de la opinión de que cuantas más posibilidades estéticas ofrezca un espacio, menos tendréis que invertir en decoración y más auténtica quedará vuestra boda. Pero muchas veces no es posible elegir un entorno natural o un espacio al aire libre, sobre todo cuando hablamos de una boda en ciudad o en una determinada época del año, factores que hacen que las posibilidades se reduzcan. Pero opciones siempre hay, sólo hay que tener un poquito de ayuda o imaginación para encontrarlas. En el post de hoy os propongo celebrar vuestra boda en el interior de un invernadero, los hay realmente espectaculares, con una estética entre industrial y afrancesada y un interior natural rodeado de distintas especies florales y botánicas. Si os gustan los entornos naturales es el espacio ideal pero hay un aspecto que debéis tener en cuenta y es la climatización ya que en función de la época del año podéis pasar calor por lo que es preferible elegirlo para bodas de principios de primavera u otoño. Sus posibilidades estéticas, tanto en interior como en exterior, son perfectas también para las fotos, los hay con medias paredes de piedra o ladrillo y techos con vigas de madera, que los hacen perfectos para bodas con un cierto aire industrial, aunque la mayoría suelen tener paredes con cuarterones de cristal y algunos incluso con impresionantes cúpulas abovedadas que les dan un aspecto de majestuosidad ideales para bodas más clásicas. La verdad es que me quedaría con cualquier opción porque los invernaderos me gustan en todas sus variables, incluso si están vacíos o medio abandonados, cuando su aspecto decadente les da ese aire bohemio tan particular.

Fotografía: Erika Mattingly Photography, Moira West, Lauren Fair Photography, The Visual Partners, Monika Pavlovic Photography, Turner Creative, Ten21 Photography, Sarah Gawler Photography, Maria Lamb, Sun and Life Photography, Jacque Lynn Photography, Molly Magee, Wee Three Sparrows, Ciara Richardson

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Blog de Bodas - Cristina Lázaro:
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