A estas alturas, si me seguís desde hace algún tiempo, ya sabréis de mi debilidad por las bodas mexicanas  que inevitablemente va ligada a mi pasión por la estética y el mundo onírico de Frida Kahlo. Ya son varios los post que he dedicado a la figura de la emblemática artista y hoy engrosa esa lista uno más que con seguridad no será el último. Es una preciosa boda inspirada en la pionera de la libertad femenina, la pasión y el amor vividos con esa intensidad única que sólo ella sabía transmitir llegando a rozar el límite entre cordura y locura. El entorno de la boda no puede ser más mágico, empezando por la ceremonia, celebrada en una impresionante iglesia local adornada con macetas y pétalos de colores vivos que van desde el suelo hasta el mismo altar y la posterior fiesta, celebrada en la típica hacienda mexicana. La estética de la novia y de sus damas de honor es un homenaje cien por cien Frida, la primera en blanco con vestido de blonda y tocado de grandes flores del mismo color y sus damas en negro con tocados XL de colores variados. A la salida de la ceremonia, un grupo de mariachis esperaba a los novios que brindaron con tequila junto a sus invitados por su futuro en pareja. Luego se dirigieron a la hacienda donde les esperaba un entorno de cuento decorado con muebles y elementos tradicionales de la cultura mexicana, mesas de madera, sillas doradas, flores de colores suspendidas sobre las mesas y una cálida y colorista iluminación. Un ambiente festivo y único que culminó en una fiesta digna de las mejores actuaciones de la plaza Garibaldi.

Fotografía: Pierce Lifestyle Photography